La avena, un cereal comúnmente consumido por sus beneficios para la salud, también posee propiedades excepcionales para el cuidado capilar. Más allá de sus conocidos efectos en la reducción del colesterol y el control del peso, la avena destaca por su capacidad para actuar como agente hidratante y suavizante en el cabello.
La avena contiene una variedad de compuestos biológicamente activos, como polisacáridos, lípidos y antioxidantes, que contribuyen a su capacidad para mejorar la salud capilar. Estos componentes trabajan en sinergia para entrar en la cutícula del cabello, reteniendo la humedad y fortaleciendo la estructura del cabello.
Dentro de sus beneficios este grano contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que benefician al cuero cabelludo. En sus compuestos se encuentran las avenantramidas y flavonoides que ayudan a reducir la inflamación y la irritación, calmando la comezón y promoviendo un ambiente saludable para el crecimiento del cabello. Los compuestos, junto con otros elementos bioactivos, trabajan en sinergia para evitar y calmar las molestias del cuero cabelludo, ofreciendo alivio a condiciones como la sequedad y la sensibilidad.
En Biune, entendemos los beneficios de la avena en el cuidado de la piel y el cabello, es por eso que incorporamos este ingrediente natural en nuestra línea capilar No Más Daño. Nuestro acondicionador y shampoo fueron formulados con avena, junto con otros ingredientes naturales, para proporcionar una nutrición profunda, fortalecer el cabello y promover un cuero cabelludo saludable.
En términos prácticos, la inclusión de productos capilares formulados con avena pueden proporcionar soluciones efectivas y generalmente están diseñados para aprovechar sus propiedades hidratantes, suavizantes y antiinflamatorias así dando espacio a resultados reales.
Para concluir la avena es más que un alimento delicioso; es un ingrediente natural realmente poderoso que puede transformar tu piel y cabello. Ya sea que estés buscando calmar la piel irritada o fortalecer tu pelo, la avena puede ser la solución que estás buscando. Con su capacidad para hidratar, nutrir y proteger, este grano es verdaderamente un tesoro para tu rutina de cuidado personal. ]]>]]>
La Acmella Oleracea es una especie de planta con flor de la familia de las Asteraceae, es nativa de los trópicos de Brasil y Perú.
El extracto oleoso de Acmella, al igual que sucede con la mayoría de los ingredientes naturales, no sólo ofrece múltiples beneficios para la salud de nuestro cuerpo, también favorece la salud de nuestra piel gracias a sus propiedades reafirmantes y tensoras.La rosa mosqueta tiene muchas características beneficiosas que provienen de su composición, es rica en ácidos grasos esenciales, como el omega 3, omega 6 y ácido linoleico, además de contener vitamina A, C o E.
Tiene antioxidantes naturales como el retinol, un gran aliado en el cuidado de la piel.
Aporta propiedades hidratantes, reafirmantes y reparadoras.
]]>El aceite de semilla de uva es un gran desintoxicador, rejuvenecedor, antiinflamatorio y antibacteriano.
La semilla de uva contiene una gran cantidad de antioxidantes, como polifenoles y taninos que protegen el cuerpo de los radicales libres, evitando el envejecimiento.
Otra propiedad importante de la semilla de uva es la gran concentración de flavonoides, este tipo de proteína es elemental en la circulación sanguínea.
]]>Entre sus innumerables beneficios, la melena de león es un gran antiinflamatorio, estimula la reparación de las células nerviosas y fomenta su crecimiento. Tiene efectos antienvejecimiento en la piel.
Los polisacáridos que se encuentran en este hongo mejoran la actividad de las enzimas antioxidantes y aumentan los niveles de colágeno en la piel.
]]>Gracias a sus excelentes propiedades como limpiador, astringente y tonificante, el geranio es un gran aliado en la prevención y el tratamiento de arrugas.
Entre sus principales componentes se encuentran el citronelol (utilizado como antiséptico y antibacteriano), el geraniol (antioxidante y relajante), el nerol, el formiato de citronelilo, la isomentona y el linalool. Esta composición lo convierte en el socio perfecto para el cuidado de la piel, por ser: antibacteriano, antiinflamatorio, antioxidante, astringente y reafirmante.
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Además de ser una fruta cítrica, la naranja posee muchas vitaminas y cualidades curativas.
El aceite presente en la cáscara de naranja es un excelente regenerador de tejidos y ayuda a la cicatrización.
En los casos de dermatitis, desinfecta la piel, manteniéndola hidratada.Funciona como un exfoliante natural, ya que elimina las células muertas y desinfecta la piel.
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El aceite de toronja difundido evoca una sensación de claridad, debido a su componente químico principal, la limonina.
Sus potentes propiedades de limpieza hacen del aceite de toronja un aliado valioso, que proporciona beneficios para el cuidado de la piel. Al ser aplicado tópicamente, muestra su gran capacidad para dar a la piel una apariencia clara y radiante.
La toronja es una gran fuente de vitamina C, por lo que contribuye a la producción de colágeno y ayuda a desvanecer las manchas ocasionadas en la piel por la producción excesiva de pigmento.
Contiene compuestos como limoneno, terpineno y citronelol, que ayudan en el procesamiento de los nutrientes y combaten los efectos de los radicales libres, promoviendo la renovación de células sanas.
El agua de rosas ayuda a mantener suave y tersa la epidermis; sus propiedades contribuyen a reafirmar la piel, lo que la hace un tónico natural. Cuando se utiliza para la limpieza del cutis, ayuda a atenuar, relajar y desinflamar ojeras y bolsas.
Por su alto contenido de vitamina C, el agua de rosas estimula la producción de colágeno, acelerando el proceso de cicatrización y ayudando a prevenir el envejecimiento.
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La ashwaganda, también conocida como ginseng indio, posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes, que ayudan a reducir el envejecimiento, las arrugas y las manchas cutáneas.
Esta raíz estimula la producción de colágeno, lo que mantiene la piel lozana y tersa.
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La bergamota es un antiséptico natural, que ayuda a reparar la piel dañada. Es una gran aliada para combatir el acné y contribuye a sanar las afecciones cutáneas relacionadas con el sistema nervioso, como los eczemas o la psoriasis.
Esta fruta genera una sensación de frescor y suavidad, lo que la convierte en una herramienta perfecta para las pieles grasas.
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Gracias a sus propiedades antiséptica, antiinflamatoria y cicatrizante, la caléndula lo tiene todo. Acelera los procesos de cicatrización, siendo un potente regenerativo, pues incrementa la cantidad de sangre que fluye hacia las partes lesionadas del cuerpo. Además, proporciona asistencia en la producción de colágeno, cuya función principal es reparar los tejidos cutáneos dañados.
Es un humectante natural que regenera la piel, al tiempo que protege de los radicales libres debido a su alto contenido en antioxidantes.
]]>Gracias a sus propiedades astringentes, depurativas y antisépticas, el enebro ayuda a regenerar la piel. Previene el acné, la formación de eczemas y la dermatitis en pieles grasas.
Dichas propiedades también favorecen una mejor circulación de la sangre, haciendo que la piel se vea más saludable y oxigenada. Además, hidrata y revitaliza la piel, aclarando las manchas.
Las propiedades del hamamelis hacen de este arbusto un imprescindible. Posee propiedades reparadoras, antioxidantes y purificantes.
Es una planta rica en taninos, principalmente, ácido gálico y sus fenoles derivados lo que le otorga propiedades astringentes. Además, contiene flavonoides, conocidos por sus propiedades antioxidantes.
El hamamelis es tan versátil que puede ser usado en muchos tipos de piel. Gracias a sus propiedades purificantes ayuda a relajar la piel, mientras que sus propiedades antioxidantes la revitalizan. Al ser apto para pieles sensibles, es muy útil en la zona del contorno de los ojos. Su acción revitalizante contribuye a difuminar los signos de cansancio, haciendo desaparecer la apariencia de piel apagada.
]]>La hierba de limón posee propiedades astringentes, desintoxicantes y purificantes. Fortalece los vasos y estimula el flujo linfático.
Gracias a su acción antiséptica ayuda a combatir bacterias, hongos y virus, por lo que resulta ideal para tratar el acné, estimular la circulación y reafirmar la piel.
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La menta es de gran utilidad para preservar la integridad de la piel frente a procesos oxidativos.
Tiene un efecto refrescante, aromático y proporciona una acción purificante. Su ingrediente principal es el mentol, el cual ayuda a regular la producción de grasa en la piel.
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Esta maravillosa planta curativa posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Gracias a sus propiedades antioxidantes, protege la piel de los radicales libres, haciendo que el aspecto general de la misma sea más saludable y suave. También es un ingrediente común en los tratamientos para combatir el acné o las imperfecciones severas.
La lavanda actúa como revitalizador de la piel, por lo que evita las arrugas, ayuda a regenerar las células y mantiene firmes los tejidos.
Sus propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes la hacen adecuada para pieles grasas. Además, combate las bacterias de la piel, limpiándola y curándola sin obstruir los poros.
]]>La salvia funciona como refrescante, antibacteriano y antioxidante. Además, posee propiedades cicatrizantes y revitalizantes y mejora la circulación sanguínea, con la consiguiente estimulación de los procesos de nutrición y regeneración celular.
Sus propiedades antioxidantes vienen dadas por la importante concentración de vitamina C que posee. Asimismo, contiene vitamina A, que ayuda a hidratar y regenerar la piel.
]]>El aceite de almendras ayuda a mejorar diferentes afecciones de la piel relacionadas con procesos irritativos e inflamatorios.
Este aceite contiene antioxidantes potentes, lo que le otorga un elevado contenido energético, y es bajo en azúcares. El aceite de almendras es una fuente de hidratación para la piel.
]]>El aceite de argán es rico en vitamina E y vitamina A; además, contiene gran cantidad de antioxidantes.
Junto con la vitamina E, sus ácidos grasos contribuyen a mantener la piel hidratada y suave. Sus antioxidantes lo convierten en un producto antienvejecimiento excelente. También aumenta la elasticidad de la piel.
Este aceite es perfecto para el cuidado natural de la piel, se absorbe rápidamente y no es pegajoso.
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El cardo mariano posee propiedades depurativas, por lo que contribuye a desintoxicar la piel y ayuda a reducir la presencia de espinillas, puntos negros y acné.
La planta del cardo mariano es rica en silimarina (un tipo de antioxidante), lo que la hace ideal para combatir la acción de los radicales libres, sustancias que promueven la producción de sebo.
El cardo mariano consigue depurar completamente nuestra piel, eliminando toxinas o suciedad que haya podido quedar incrustada en los poros. Por este motivo, es excelente para la limpieza profunda del cutis.
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El Regaliz ayuda a mejorar el aspecto e iluminar las áreas de la piel que tienen un tono disparejo, inhibiendo la producción de Tirosinasa, una enzima vinculada a la producción de Melanina. También ayuda a dispersar y eliminar la Melanina existente. Esta planta contiene antioxidantes potentes, ayuda a regular la producción de grasa en la piel y tiene propiedades antiinflamatorias. Es imprescindible en cualquier régimen de cuidado de la piel.
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La Equinacea es rica en taninos, estas moléculas pueden refinar los poros y dejar la piel más firme y tensa, con una notable disminución en la apariencia de arrugas y líneas finas. El extracto de Equinácea estimula la fagocitosis, proceso para eliminar células dañadas, bacterias y otros microorganismos que causan infecciones. También, ayuda a estimular el sistema inmunológico para desinflamar y resistir las bacterias que causan el acné.
La vitamina E es un poderoso antioxidante, muy efectivo para reducir el daño UV. Protege la piel de la contaminación en el ambiente, el daño causado por los radicales libres (oxidación), tiene una fuerte acción antiinflamatoria que puede prevenir signos de envejecimiento prematuro y tiene excelentes propiedades para sanar heridas en la piel. También, incrementa la penetración de otros activos en la piel.
El Pantenol promueve la reparación de heridas en la piel, ayuda a restaurar el epitelio dañado, reduce la comezón y la inflamación, y mejora la hidratación en la piel. La piel que sana con la ayuda del Pantenol tiende a ser más suave, elástica y regular. También, aumenta la proliferación de fibroblastos en la dermis, que es donde se forman las arrugas. La activación de los fibroblastos está asociada con el incremento en la síntesis de los componentes de la piel como el colágeno y la elastina.
Sirve para estimular la producción de nuevas células de la piel, sin ella, el ciclo de regeneración de la piel es mucho más largo y la piel se puede resecar mucho. La vitamina A fortalece la capa más superficial de la piel, dándole un aspecto firme y fomenta la producción de proteínas naturales para que tu piel luzca sana. También, ayuda a prevenir brotes fortaleciendo el sistema inmune de tu piel.
La función principal del Romero es balancear los aceites naturales que nuestra piel produce. Ayuda a refrescar la piel grasa sin causar resequedad en exceso. El Romero es rico en antioxidantes como el ácido carnósico y rosmarínico, que protegen las células del daño causado por el exceso de sol y los radicales libres. El aceite de Romero estimula la renovación celular y promueve la regeneración ordenada, mientras hidrata la piel y mejora la circulación.