El agua y la cosmética
Aun cuando pensemos que es un ingrediente modesto y sencillo, el agua es la materia prima más importante y uno de los elementos clave de la cosmética general.
Sin embargo, también es una de las materias primas más expuestas a la contaminación, por lo que suele albergar un alto nivel de microorganismos, entre ellos, bacterias. Ello hace que su proceso de purificación se vuelva fundamental, como también el uso de conservantes para garantizar su mayor durabilidad y resistencia frente a la posible contaminación por factores externos.
La calidad del agua se controla midiendo distintos parámetros que permiten determinar su calidad fisicoquímica, mediante la detección de la presencia de metales pesados, residuos, y establecer su acidez o conductividad, así como otros parámetros microbiológicos. Este tipo de mediciones hace posible saber si el agua que contiene nuestro cosmético posee la máxima calidad.
Las fórmulas cosméticas a base de agua normalmente contienen entre 30% y 90% de agua, de manera que su calidad determina la calidad del producto final. Asimismo, las fórmulas anhidras, que no contienen agua, se ven afectadas por ésta, pues es el elemento utilizado para limpiar y en los circuitos de refrigeración.
Tipos de agua utilizados en cosmética:
Agua purificada:
Es aquella que ha sido previamente tratada para lograr una pureza elevada. El proceso de purificación a que es sometida el agua incluye varios pasos: descalcificación para eliminar la dureza y/o rebajarla a 0; filtración para eliminar partículas sólidas; ósmosis inversa para eliminar partículas e iones disueltos en la misma; y, finalmente, esterilización mediante su tratamiento con radiación UVC, cuyo efecto es germicida.
Agua esterilizada:
Conocida, también, como agua desmineralizada, se obtiene tras su exposición al efecto germicida de la radiación UVC, lo que le aporta pureza. Asimismo, se le aplican procesos de destilación o filtración. Su uso es muy recomendado en productos cosméticos con fase acuosa, pues carece de impurezas, de sales y de minerales.
Agua termal:
Es un tipo de agua natural presente en la naturaleza. Es muy rica en minerales y oligoelementos que aportan múltiples beneficios al organismo, a los que se suman efectos calmantes e hidratantes. Ello hace que sea muy valiosa para su uso en cosmética.
Agua de red (o potable):
Este tipo de agua cumple las especificaciones sanitarias, que establecen los límites de presencia microorganismos que pueden considerarse aceptables. No obstante, su tratamiento puede haber sido realizado con iones (cloro, flúor, calcio, etc.), lo que podría interferir con la formulación de un producto cosmético.
Impacto de la cosmética en la contaminación del agua
Actualmente, se conocen más de 70 mil sustancias contaminantes. Una de las principales causas de la contaminación de mares y océanos es el vertido de estas sustancias; ello pone en peligro uno de los recursos más valiosos para la vida en el planeta, tanto de los seres humanos como de los miles de especies que viven en éstos.
Las fuentes de contaminación de mares y océanos son muy diversas. En general se produce a partir de deshechos vertidos desde barcos y de deshechos urbanos o industriales vertidos desde tierra. Los barcos vierten basura y productos petrolíferos, muchas veces visibles en las playas como manchas de aceite y bolitas de alquitrán.
Los vertidos industriales llegan directamente o a través de grandes tuberías conocidas como emisarios submarinos —cuya función debería ser, precisamente, conducir los vertidos de aguas residuales hasta un punto situado a una profundidad y ubicación adecuadas— y pueden ser enormemente contaminantes. En este tipo de vertido se incluyen también aquellos que llegan al mar a través de los ríos y que en su trayecto a lo largo de éstos no han experimentado autodepuración.
Dado que se trata de aguas negras, es muy probable que en ellas se encuentren bacterias y virus productores de enfermedades. Por lo que, en síntesis, el peligro para los humanos es causado por las acciones de los propios humanos.
En Biune consideramos que el impacto de nuestras acciones debe ser positivo. Esto supone cuidar nuestro planeta para dejarlo mejor que como lo encontramos y comienza con nuestros procesos. En este sentido, nuestras fórmulas e ingredientes son sometidos a diversos estudios de laboratorio tanto durante como al final de la producción, con la finalidad de asegurar su seguridad y eficacia.
Nuestro laboratorio trabaja aplicando las mejores prácticas de sustentabilidad existentes en la actualidad. Nuestros procesos son eficientes y amigables con el ambiente. Durante los mismos, tratamos el agua y la regresamos al sistema purificada y potable, mientras recolectamos el agua de lluvia y la usamos para el riego de nuestros jardines y otros servicios.