Reciclar VS Reutilizar
¿Conoces la diferencia entre reciclar y reutilizar?
Todos sabemos que la forma en que manejamos los desechos tiene gran impacto en el medio ambiente, es decir, en nuestro ecosistema.
Es fácil confundir los términos reciclar y utilizar, pues suenan muy parecidos y muchas veces se los utiliza como sinónimos cuando no lo son. Sin embargo, se trata de conceptos interconectados, que apoyan el mismo objetivo de mantener un mundo sostenible. Pero ¿cuál es exactamente la diferencia entre ellos?
¿Qué es reutilizar?
Reutilizar consiste en dar una nueva utilidad a los objetos, ya sea para el mismo fin que tenía previamente o para uno nuevo. Es muy común hacerlo en forma de manualidades, por lo que la imaginación y la creatividad son habilidades muy útiles en este contexto.
En resumen, reutilizar implica tomar un objeto viejo y volverlo a usar. No estás tirando nada, desmantelando nada o fabricando nada nuevo. Simplemente estás tomando un objeto y cambiando (o no) la forma en que es usado.
¿Cómo funciona el término reutilizar?
Una de las formas más comunes en que las personas reutilizan las cosas es renovándolas. Por ejemplo, cuando las portátiles viejas dejan de funcionar, muchas personas las venden a tiendas de electrónica. Dichas tiendas envían estas computadoras a instalaciones especiales, donde son reparadas. Una vez que son reparadas o mejoradas de alguna manera, son adquiridas por nuevos consumidores, quienes le dan un nuevo uso. Del mismo modo, muchas personas compran teléfonos, televisores y otros dispositivos electrónicos reacondicionados, con la finalidad de ahorrar dinero.
Reutilizar también contribuye a crear nuevos objetos.
Es importante recordar que no es obligatorio dar al objeto que se reutilizará el mismo uso que tenía en un inicio. Algunas personas utilizan jeans y camisas viejas para convertirlas en trapos; se trata de un proceso en que se toma algo viejo y se cambia la forma de usarlo, dándole una función completamente diferente. Esto se conoce como upcycling. El upcycling o suprarreciclaje da cuenta de una variedad de procesos mediante los cuales se modifican productos “antiguos” para darles una segunda vida, en la medida en que se convierten en un producto “nuevo” sin pasar por un proceso industrial.
Dicho de otra manera, el upcycling involucra materiales o elementos que consiguen ser readaptados y/o reutilizados de forma creativa, ampliando su vida útil.
La reutilización tiene muchos beneficios. Entre ellos destacan:
- Ahorrar energía
- Conservar los recursos naturales
- Disminuir el uso de materias primas
- Evitar la destrucción de los ecosistemas
Aunado a ello, la reutilización de artículos viejos con nuevos propósitos puede disminuir la cantidad de desechos en los basureros. Los basureros son construidos a medida, por lo que se llenan y se vuelven perjudiciales para el medio ambiente. Por lo que es sumamente importante reducir la cantidad de residuos que producimos. Por otro lado, en los basureros se produce lo que se conoce como llamada desechos de escorrentía; se trata de los desechos químicos de los artículos y materiales, los cuales se filtran en el basurero y entran al suministro de agua. Además, los basureros emiten gas metano, que es más dañino para nuestra salud y más potente que el dióxido de carbono.
Cuando reutilizamos artículos, reducimos la necesidad de basureros, como también su escorrentía.
¿Qué es el reciclaje?
Reciclar implica aprovechar los residuos de ciertos materiales empleando una serie de procesos. Éstos pueden ser destruidos y luego rehechos como nuevos. El reciclaje es una herramienta útil, resultado de una conciencia responsable, que nos proporciona una idea de cómo contribuir y aportar ese granito de arena para la construcción de un mundo mejor.
Éstos son algunos de los beneficios que conlleva reciclar:
- Permite ahorrar energía de forma significativa. Es menos costoso reciclar un material que fabricarlo desde cero, como ocurre por ejemplo con el vidrio.
- Ayuda a evitar la explotación de recursos naturales. El reciclaje hace posible aprovechar los materiales originales de un objeto para darles un nuevo uso, lo que evita tener que usar nuevamente recursos naturales para fabricarlos.
- Evita emplear métodos de extracción de recursos naturales, que suelen ser invasivos y altamente contaminantes. El reciclaje evita tener que sustraer nueva materia prima para fabricación, y simplemente recicla la materia ya existente.
- Reduce la contaminación, proporcionando una atmósfera más limpia. Reciclando contribuimos a restringir el daño producido al medio ambiente.
- Conserva el medio ambiente, ya que permite reducir la cantidad de desechos sólidos que llegan a los basureros. A su vez, ello posibilita que los basureros ocupen menos espacio e incluso puedan llegar a cerrarse, evitando su impacto negativo sobre el medio ambiente.
- Aumenta la vida útil de los basureros, pues en la medida en que se llenan a un ritmo más lento se evita su apertura frecuente.
- Depositando los desechos que generamos en el contenedor correspondiente para su reciclaje se reducen los costos de recolección y clasificación de residuos, ya que somos nosotros quienes ayudamos a realizar dicha labor.
- Algunos centros de reciclaje ofrecen una compensación económica al recibir material reciclable, por ejemplo, latas y botellas de plástico, por lo que puedes obtener un pequeño ingreso extra.
Todos conocemos el símbolo del reciclaje, pero quizá no entendemos muy bien qué significa. La tres icónicas flechitas representan:
-
Reusar
-
Reducir
-
Reciclar
El primer paso de la cadena de reciclaje
Los residuos se clasifican en dos grupos distintos según cuál sea su origen: doméstico o comercial e industrial. Éste es el primer eslabón de la cadena del reciclado: la generación de basura.
El origen doméstico hace referencia a los hogares particulares; el comercial e industrial, a tiendas, bares, restaurantes y comercios en general, así como a empresas e industrias. Los residuos generados en cada uno de estos lugares pueden ser separados para su reciclaje usando los distintos contenedores de reciclaje.
Camino a la basura
El segundo paso en la cadena de reciclaje implica la recuperación de los residuos, que se realiza mediante la recolección y transporte de basura dentro de los contenedores correspondientes. En el proceso participan contenedores de metal, de plástico o hierro, de hasta 40 metros cúbicos, compactadores, además de mucha maquinaria… reciclar no sólo es separar.
Plantas de transferencia
Este punto no siempre está presente en la cadena de reciclaje. Se trata de una planta que acopia los residuos, con la finalidad de reunir la mayor cantidad posible y aprovechar el transporte, evitando hacer viajes con poca cantidad de basura. Ejemplo de ello son las plantas de tratamiento de papel y cartón, que recogen todo el material de este tipo y lo prensan en grandes cubos, para luego transportarlos hacia el siguiente destino. De esta manera, también se reducen los costos de transporte.
Clasificar
Se trata de un momento clave del proceso de reciclado, ya que en él se separan y clasifican los residuos, de manera que todo queda unificado y reunido en grupos que pueden transportarse por separado. Esto facilita el trabajo de las plantas de tratamiento y reciclaje.
Por último, el tratamiento de residuos
La última etapa consiste en el tratamiento de residuos, para lo cual existen distintos tipos de plantas, que tratan los residuos empleando técnicas diferentes: recicladoras (de papel y cartón, plástico, metales, madera, vidrio, etc), depósitos controlados (conocidos como basureros) y plantas de producción de energía (biomasa, biogás, incineradoras).
Además de las cinco etapas señaladas, puede ser necesario aplicar otros procesos a los distintos materiales, lo que depende de sus características.
Tras ser tratados, los objetos que empezaron siendo residuos vuelven a la vida, convertidos en un nuevo objeto y lo que comenzó siendo un pequeño gesto de un ciudadano responsable, que separó y depositó su basura de manera correcta, acaba dando vida al planeta.