Ginseng

(Panax ginseng)

Esta raíz mágica ha sido venerada durante siglos en la medicina tradicional, pero tiene más trucos bajo la manga de los que podríamos imaginar. Si bien el ginseng es conocido por sus propiedades energizantes y para mejorar la cognitividad, su impacto en la piel es igualmente asombroso. Esta raíz puede ser tu heroína en la lucha contra la inflamación de la piel, las bolsas debajo de los ojos, las arrugas y más.

El incómodo enemigo de la piel, la inflamación. Resulta que el ginseng es rico en compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, como los ginsenósidos y los flavonoides, estos poderosos agentes trabajan juntos para calmar la irritación, reducir el enrojecimiento y calmar la piel inflamada. Si tu piel está pasando por un momento difícil, el ginseng podría ser lo que necesitas.

Las indeseables bolsas debajo de los ojos, pueden hacer que incluso la persona más descansada del mundo luzca demacrada. El ginseng, gracias a sus estimulantes y su capacidad para mejorar la circulación sanguínea, puede ayudar a reducir la hinchazón alrededor de los ojos. Promover un mejor flujo sanguíneo ayuda a drenar el exceso de líquido y a revitalizar la delicada piel debajo de los ojos, dejándote más fresca y rejuvenecida. 

Y ahora es el turno de las arrugas, esas marcas del tiempo que a menudo buscamos suavizar. Esta raíz, al ser un potente antioxidante, combate el envejecimiento prematuro de la piel. Su capacidad para aumentar la producción de colágeno y elastina contribuyen a una piel firme y elástica, reduciendo la apariencia de arrugas y líneas finas. Así que ya sabes, incorpora productos con ginseng en tu rutina de cuidado de la piel.

El ginseng también tiene un efecto positivo en el flujo sanguíneo. Al mejorar la circulación, estimula la entrega de nutrientes y oxígeno a las células de la piel, lo que se traduce en una piel más nutrida, luminosa y saludable en general. Y gracias a su acción tonificante te ayuda a mejorar la textura de la piel, dejándola suave y uniforme.